A por el vecino del septimo

 Antena Pringles en todo su esplendor

Los routers WIFI empiezan a ser algo común en todos los hogares que tienen acceso a Internet. La comodidad que ofrece esta tecnología es innegable y se está incorporando a otros productos de consumo, como impresoras, consolas, PDAs etc.

Lo interesante y sorprendente es que el nivel de seguridad de las redes WIFI en España es muy baja, muchos usuarios no utilizan ningún tipo de cifrado y los que cifran su red utilizan seguridad WEP, un protocolo de seguridad muy vulnerable y fácil de crackear.

Para atacar una red WIFI se suelen utilizar los llamados Packet sniffers y los WEP Crackers. Para llevar a cabo este ataque, se captura una cantidad de paquetes necesaria (dependerá del número de bits de cifrado) mediante la utilización de un Packet sniffer y luego mediante un WEP cracker o key cracker se trata de “romper” el cifrado de la red. Un key cracker es un programa basado generalmente en ingeniería inversa que procesa los paquetes capturados para descifrar la clave WEP.

A pesar de existir otros protocolos de cifrado mucho menos vulnerables y eficaces -como pueden ser el WPA o el WPA2– el protocolo WEP sigue siendo muy popular y posiblemente el más utilizado. Esto es debido a que WEP es fácil de configurar y cualquier sistema con el estándar 802.11 lo soporta. Sin embargo no ocurre lo mismo con otros protocolos como WPA, que no es soportado por routers o tarjetas inalámbricas antiguas y es entonces cuando el hardware moderno pasa entonces a utilizar el modelo de seguridad WEP para poder interactuar con ese hardware antiguo.

Partiendo de la base de que existen muchas redes WIFI desprotegidas o fáciles de desproteger –aunque no quiero entrar en este tema- podemos conectarnos a numerosas redes a nuestro alcance para leer nuestro correo o navegar por la red sin que el usuario propietario de la red sufra un bajón en su ancho de banda. Hoy en día todo el mundo suele contar con al menos un mega de ancho de banda así que el usuario no lo notara a no ser claro que nos conectamos al Emule o programas P2P, esa ya es otra historia y podemos dejar a nuestro vecino sin poder cargar ni Google.

¿Pero que pasa si la red a la que nos queremos conectar está muy lejos o la señal es muy débil? La solución pasa por crearnos una antena inalámbrica casera que nos permita conectarnos a mayor distancia.

La más común es la antena Pringles o antena de bote que es bastante sencilla de montar si se tiene un poco de paciencia. Además los resultados son asombrosos.

Estos son los materiales básicos aunque cada uno puede incorporar mejoras en la antena;

Para la antena:

• Bote de Pringles

• Varilla roscada de métrica 3-4mm y 14cm de largo

• 5 arandelas de 3cm de diámetro

• 10 tuercas de la métrica de la varilla

• 5cm de cable de cobre de 2mm de espesor

• Conector N hembra

Para el Pigtail:

• Conector N macho

• Menos de 2m de cable de baja pérdida (LMR-XXX, RG-XX)

• Conector similar al de nuestra tarjeta Wireless pero de sexo contrario

Aquí os dejo diferentes manuales para los que quieran ponerse manos a la obra y construir su propia antena.

Manual antena Pringles

Manual antena Pringles 2

Manual antena Pringles 3

Diferentes modelos de antenas y manuales